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EPIFANÍA
1/5/2025
Isaías 60: 1-6;
Efesios 3: 2-3a, 5-6;
Mateo 2: 1-12
La hermosa fiesta de la Epifanía del Señor nos viene repleta con símbolos: la luz de la estrella, los magos del Oriente, camellos y dromedarios, y regalos de mira, incienso, y oro. Nuestra imaginación se llena de imágenes que hablan de la generosidad de Dios que se revela a todos. Hoy entramos en una profunda manifestación de Dios al mundo. Hoy, reconocemos que Dios no vino por un solo grupo o una sola raza. El Emmanuel, Dios-con –nosotros viene para todos.
Si nos enfocamos en el Evangelio, vemos que varios individuos y grupos tienen
reacciones muy distintas a la noticia de la llegada del Mesías. En primer lugar,
vemos al rey Herodes y su gente en Jerusalén, la sede del poder en aquellos
entonces. Dice el Evangelio, “el rey Herodes se sobresaltó y toda Jerusalén con
él”. Para el rey, no era buena noticia. Él se puso celoso y empezó un estudio
para localizar al recién nacido. Herodes quería eliminar cualquier amenaza a su
poder.
Herodes consulta a los sumos sacerdotes, que tenían conocimiento de las
Escrituras y podian dar orientar a Herodes. “En Belén de Judá, porque así lo ha
dicho el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres de manera alguna la menor
entre las ciudades ilustres de Judá, pues de ti saldrá un jefe, que será el
pastor de mi pueblo, Israel.” Este grupo tenía suficiente conocimiento, pero no
tenia un corazón abierto y limpio para recibir la Buena Noticia y juntarse a los
magos en su viaje.
Y finalmente, encontramos a los Reyes Magos, forasteros, y de otra religión.
Ellos no tenían ni miedo ni celos del rey recién nacido. Ellos eran sabios de
sus países, y tenían suficiente conocimiento de las estrellas para reconocer la
maravilla que habría de ocurrir. Ellos querían reconocer la llegada del nuevo
rey de los judíos. Hasta usan las palabras, “Hemos venido a adorarlo.” Y
empezaron su viaje otra vez, llenos de entusiasmo y de alegría, llevando los
mejores regalos que sus países pudian ofrecer.
Este día es una fiesta muy importante para la comunidad Hispana. Puede ser que
es porque la comunidad Hispana se identifica con los reyes magos, los
extranjeros, los de otros países que vienen buscando a Jesús con corazón limpio
y sincero deseo de reconocer al nuevo rey. Muchos no tienen posiciones de poder
que los hace celosos como Herodes. No tienen control de información como los
sumos sacerdotes. No tienen nada que perder. Pueden acercarse al recién nacido
con la mente abierta a las grandes sorpresas de Dios. Pueden aceptar que el
Mesías viene en circunstancias humildes y pobres. Pueden creer que el Amor de
Dios no cae solamente sobres los poderosos, sino que llega a la gente sencilla.
Pueden aceptar que Dios anuncia su presencia a gente excluida y a los forasteros.
Entonces, con corazón humilde, con gran generosidad, y con la imaginación
abierta, vamos a seguir celebrando esta linda fiesta. Vamos a juntarnos como
familia; vamos a ofrecer comida y regalos; y vamos a prepararnos a reconocer la
venida del Recién Nacido, rey del Mundo. Que la luz de la estrella brille en
nuestras casas y en nuestro corazón.
Sr. Kathleen Maire OSF <KathleenEMaire@gmail.com>
(Las últimas siempre aparecen primero).
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